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Aquel recuerdo, aquellas palabras y formas, que se reflejan como imágenes en nuestra mente, son como susurros breves que recorren nuestro ser, las ilusiones se quejan, el absurdo permanece.
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martes, 10 de septiembre de 2013

Dame la mano y danzaremos, otra mirada hacia el Congreso

Como ciudadana adherente a las demandas principales del Movimiento Estudiantil, quise profundizar en “la otra cara de la moneda”  en esta eterna discusión que al parecer no tiene buen pronóstico, o mejor dicho, quise explorar algunas razones del mundo legislativo sordo y falto de voluntad para impulsar tales demandas respaldadas por una considerable parte de nuestro país. Pero desde una perspectiva diferente, me preguntaba mientras caminaba por Valparaíso y vislumbraba a lo lejos esa imponente estructura, de líneas rectas y muy apegada a las leyes geométricas, llamada Congreso, ¡quiénes las habitaban?, y ¿cómo siguen perpetuando su letargo?.
Es fácil criticar desde la ignorancia, por ello advierto que mis apreciaciones son personales. Creo que una de las múltiples razones por la cual es muy difícil llegar a consensos entre el poder legislativo, y los estudiantes, radica en una diferencia generacional.  El pánico al desacuerdo, a la diferencia, es el motor del impedimento hacia reformas profundas en materias tan relevantes como la educación en Chile. 
Este argumento toma sentido con la siguiente apreciación; las generaciones anteriores a las nacidas en la década de los 80, que vivieron casi la totalidad del Chile en dictadura o como en algunos manuales de historia se refieren a “Gobierno de Facto”,   en su mayoría ocupan los escaños de este poder, vivieron en un Estado totalitario y polarizado, a tal punto que, para no generar más violencia, la censura jugó un rol importante. 
Hay que tener en consideración que el mundo estaba envuelto en un conflicto llamado, Guerra Fría, varios estudiantes desconocen en profundidad las aristas de este conflicto, tampoco es mi intención describir monográficamente cómo se desarrolló, siempre está la opción de investigar, un solo hecho me atrevo a dar como ejemplo, la imposición hegemónica de “occidente” mediante el uso de armas de destrucción masiva, fue un hecho que deja bastante que desear.
Retomando el punto anterior,  al hablar de censura, ¿a qué nos referimos exactamente? Me atrevo a señalar que coincidimos con la siguiente premisa;  En las familias chilenas “promedio” existían temas vedados, como política o religión, para evitar cualquier desajuste en la armonía doméstica. Aquella forma de enfrentar los problemas, por omisión, fue fruto del miedo infundido mediante la doctrina del shock.
Este cambio cultural, fomentado por la desinformación, la tragedia desmembradora en contra el que pensaba distinto, la existencia en la clandestinidad de casas de tortura, y todo el aparataje de inteligencia que rodeaba la articulación de tal plan, fomentó la idea de que, mediante el terrorismo de Estado, se reinstauraría la Ley y el Orden en nuestro caótico país. Creo que el movimiento estudiantil ayudó a visibilizar la acumulación de este conocimiento latente, producto de experiencias históricas traumáticas, y que sirve como base para la reflexión actual y para repensar soluciones en colectivo, no se trata de destituir esta clase política temerosa mediante el mismo mecanismo, la violencia, es intentar enmendar, mediante el aprendizaje colectivo. estos errores, ya que el poder, acostumbrado a imponerse mediante la coacción y no el debate participativo,  perdió el respeto de los ciudadanos, en la calle existe una dolencia, suprimirla mediante el silencio sólo aumenta la fuerza de aquella.
El miedo expiró, y hay que enfrentar conflictos, es la belleza de madurar. Aún no pierdo la esperanza de que sea posible iniciar la reconstrucción de una política justa, donde solidaridad y principios de coexistencia primen por sobre el individualismo enaltecido ayudado en gran medida por los intereses que fundamentan este modelo neoliberal, soberbio y antipático, paradojalmente, con nuestras individualidades pensantes.

Columna publicada en elquintopoder.cl y con algunas ediciones por quien escribe, en: http://www.elquintopoder.cl/ciudadania/dame-la-mano-y-danzaremos-otra-mirada-hacia-el-congreso/